viernes, 15 de abril de 2016

Las consecuencias de usar castigos físicos con tus hijos

Lo que dice la ciencia sobre utilizar la fuerza para castigar a un niño
Una encuesta realizada por The Huffington Post y YouGov encontró que el 81 por ciento de 1.000 adultos encuestados cree que dar palmadas con las manos debería ser legal, y casi la mitad piensa que es una forma efectiva de castigo.
Ciertamente, si los propios padres de los encuestados usaron castigo corporal hace una gran diferencia en las opiniones sobre la legalidad de dar palmadas. El 85 por ciento de aquellos cuyos padres utilizaron castigos corporales, pero solo 69 por ciento de aquellos cuyo padres no lo hicieron, dijeron que dar palmadas con la mano debería ser legal. Peterson ha justificado su comportamiento diciendo que cree que su existo se debe a la forma es que sus padres lo disciplinaron.
Sin embargo, hay una cantidad abrumadora de evidencia explicando que los castigos físicos son inefectivos y dañinos para el desarrollo del niño. Lisa Belkin, ex columnista en jefe de HuffPost, ha argumentado que la palabra “debate” no debería incluirse en la conversación sobre las palmadas, porque la ciencia en su contra es tan claramente unilateral.
La sicóloga Elizabeth Thompson Gershoff ha encabezado múltiples estudios sobre el tema, y todos han respaldado la conclusión de que tiene vastos efectos negativos. En el 2002, Gershoff analizó más de 80 estudios y encontró una fuerte correlación entre el castigo corporal y las actitudes negativas (incluyendo mayor agresión y comportamiento antisocial).
 
Este es un desglose de lo que la ciencia tiene que decir:
 
1. Los castigos físicos vuelven más agresivos a los niños
Investigadores de la Universidad Tulane, encontraron que los niños a quienes se castigaba con palmadas de forma frecuente a las 3 años, tienen mayor tendencia a demostrar comportamientos agresivos cuando llegan a los 5 años en comparación a niños que no eran castigados de esa forma.
 
2. El castigo físico no funciona
Sí, las palmadas puede que detengan comportamientos problemáticos, dice Sandra Graham-Bermann, Ph.D, profesora de sicología e investigadora principal del laboratorio para la violencia y trauma infantil en la Universidad de Michigan, pero es porque el niño está asustado. A largo plazo, el castigo físico solo empeorará el comportamiento de los niños.
Investigando varios estudios del tema para CNN, Sarah Kovac escribió, “La triste ironía es que mientras más castigues físicamente a tus hijos por la falta de autocontrol, menos tienen. Aprenden a ser controlados por fuerzas externas (padres, profesores, jefes) pero cuando el jefe no está mirando, ¿qué pasa?”.
 
3. Fomenta que los niños continúen el ciclo del abuso
Un estudio de 2011 publicado en la revista Abuso y Negligencia Infantil confirma que el castigo físico es cíclico: los niños que son golpeados tienen mayor tendencia a utilizar esas acciones para resolver problemas con sus pares y hermanos.
Más adelante, tienen mayores riesgos para caer en la delincuencia y comportamiento criminal, de acuerdo a un artículo de 2013, “Palmadas y desarrollo infantil: Sabemos lo suficiente ahora para dejar de golpear a nuestros niños,” también escrito por Gershoff.  Los efectos negativos de los castigos físicos son descomunales, hasta bien entrados en la adultez.
Un estudio de 2012 publicado en la revista Pediatrics encontró que “los castigos físicos severos se asocian con mayores probabilidades de problemas de humor, problemas de ansiedad, adicción/abuso al alcohol y las drogas, y varios problemas de personalidad.”
En una reseña publicada en la revista Canadian Medical Association ese mismo año se analizaron 20 años de datos y se llegó a conclusiones similares en relación a esos riesgos, y también encontró que las palmadas no tienen resultados positivos.
 
4. Las palmadas de hecho alteran el cerebro de los niños
Un estudio de 2009 concluyó que los niños a los que frecuentemente se les daban palmadas (al menos una vez al mes por más de 3 años) “Tenían menos materia gris en ciertas áreas de la corteza prefrontal vinculadas a la depresión, adicción y otros problemas de salud mental.”
De acuerdo a CNN, otro estudio, también enfocado en cómo el castigo físico afecta al cerebro, encontró que los niños que lo reciben tienen sufren una baja en su habilidad cognitiva, en comparación con otros niños.
En conclusión: Stacy Drury, profesora de siquiatría y ciencia del comportamiento en la universidad Tulane, dijo al New Republic, “el objetivo de la disciplina, que de hecho viene de la raíz latina que significa “enseñar,” es de hecho cambiar el comportamiento. Y la disciplina física en muchísimos estudios no es efectiva en cambiar el comportamiento y no es efectiva por muchas razones… el castigo físico de hecho enseña a los niños que la agresión es un método aceptable de resolución de problemas.”

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