lunes, 5 de enero de 2015

El regreso triunfal de la máquina de coser

La máquina de coser parecía un objeto obsoleto, pero cada vez más personas le quitan el polvo y la vuelven a poner en uso.
Reparar para ahorrar. Una de las razones del regreso de la máquina de coser es la necesidad de ahorrar en tiempos de crisis, cuenta Claudia Angélica Ramírez, del Café Costura Pamplona, al periódico español El País. Menciona que existe “una necesidad de reparar y reciclar prendas para gastar menos”.
Volver a la niñez. Cristóbal Torres, profesor de Sociología de la Tecnología en la Universidad Autónoma de Madrid, remarca en el mismo periódico que también observa una necesidad de recuperar algo de lo vivido en la infancia.
Hazlo tú mismo. El País indica que el auge, además, podría tener que ver con la fiebre que existe hoy en día del DIY (do it yourself). Y qué mejor manera de sumarse a la tendencia que desempolvar la vieja máquina de coser.
Algo único y propio. En un artículo del periódico The New York Times, Patti Gilstrap, que enseña clases de costura en Brooklyn, sostiene que muchas jóvenes recurren a este artefacto retro para independizarse y hacer algo único, que no se consiga en una tienda.
Una forma de terapia. En el artículo mencionado, la actriz Katherine Heigl, convertida en una entusiasta costurera, sugiere otro motivo detrás del boom de la máquina de coser: opina que es “terapéutico”, ya que requiere atención y concentración.
Ocupar las manos, desocupar la cabeza. En línea con las declaraciones de Heigl, es bien sabido que las actividades manuales podrían contribuir a relajarnos. “Cuando tenemos las manos ocupadas, desocupamos la cabeza”, señala Alejandra Trisciuzzi, fundadora de un taller de costura en España, en el periódico español El Mundo.
Coser, un buen pasatiempo. Para distenderse del trabajo y de sus preocupaciones, la gente busca tener un espacio propio y dedicar un par de horas a la semana a hacer algo que les guste, como coser, agrega Trisciuzzi.
Para discernir lo bueno de lo malo. Aprender a usar una máquina de coser, además, les permite a las personas entender mejor cómo se confecciona una prenda, de modo de convertirse en consumidores informados que pueden elegir ropa de calidad, destaca Laura McCracken, otra experta en la materia, en The New York Times.
Son accesibles y poco costosas. Para Trisciuzzi, el hecho de que haya muchas ofertas de máquinas de coser en tiendas e incluso mercados –¡y a precios accesibles!– tiene que ver con el auge en las ventas de este producto.
Manos libres de pantallas. Para la profesora española Agustina Pellegrini, el resurgimiento de este artefacto también respondería a una necesidad de “desarrollar un producto sin una pantalla de por medio”, algo que ella llama “desvirtualización” en El País. Tú, ¿usarías una máquina de coser?

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