domingo, 31 de enero de 2016

El bulo más absurdo de 2015: estas naranjas te van a contagiar el sida


Queríamos titular: “No, estas naranjas no están infectadas con sida y aunque lo estuvieran, tampoco enfermarías”, pero nos parecía demasiado evidente
Naranjas sanguinas, deliciosas y sanísimas.
El mensaje de alerta ha corrido sobre todo por Facebook, aunque también ha llegado a Twitter e incluso a Whatsapp: ten cuidado con las naranjas, que alguien ha inyectado sangre contaminada con sida. Esto es lo que asegura esta actualización de Facebook que se ha compartido más de 800.000 veces desde el 26 de febrero y que habla de fruta de Libia incautada en Argelia.
Obviamente, se trata de un rumor falso, que es una adaptación de leyendas urbanas sobre comida infectada con el virus que llevan difundiéndose al menos desde 1989, según Snopes, página web especializada en desmentir bulos. El rumor de las naranjas tiene su origen en un foro argeliano, en el que se explicó lo mismo y con las mismas fotos el 19 de diciembre de 2014. De ahí saltó a páginas de Facebook también de Argelia, y acabó siendo traducido al inglés el 24 de febrero, dos días antes de que apareciera en español.
Comencemos por lo obvio: incluso aunque estas naranjas estuvieran inyectadas con sangre de un enfermo, la enfermedad no se transmite de ese modo. El doctor Pep Coll, de la Fundación Lucha contra el Sida, es tajante: "El virus no puede sobrevivir fuera del cuerpo humano". Si nos comiéramos una de estas naranjas (que con toda probabilidad no existen), el virus estaría ya muerto y no nos contagiaríamos, añade. Snopes cita una página del centro de control de enfermedades de Estados Unidos, que afirma que no hay forma de transmitir el virus a través de la comida: incluso aunque "contuviera pequeñas cantidades de sangre o semen infectada con HIV, la exposición al aire, el calor al ser cocinada y el ácido del estómago destruirían el virus”.
Coll explica que el rumor no ha llegado "ni a su consulta en la fundación ni al centro comunitario con el que colaboramos" y recuerda que actualmente el nivel de información es por lo general lo suficientemente elevado. De hecho, el rumor se desmentía ya en los comentarios a algunas de estas actualizaciones en Facebook y Twitter se ha llenado de bromas al respecto.
Pero no siempre ha sido tan fácil desmentir un bulo sobre el sida. Y ha habido muchos. Como ya hemos mencionado, Snopes data los rumores sobre comida infectada con este virus ya en 1989, en historias que al miedo a la enfermedad añadían los reparos hacia algunos tipos de cocina: estos relatos transcurrían en restaurantes de comida rápida o exótica.
No en vano, las leyendas urbanas son reflejo en muchas ocasiones de miedos y rechazos primarios. Por ejemplo, en este caso las naranjas se descubren en Argelia y son de Libia: las relaciones entre ambos países fueron buenas durante la dictadura de Gaddafi, pero desde entonces ha habido tensiones entre ambos países.
Estas son algunas de las leyendas urbanas sobre el sida más conocidas, que sorprendentemente no se limitan sólo a finales de los 80 y principios de los 90:
Quizás la más famosa sea la del hombre que despierta solo, tras una noche con una desconocida, y lee en el espejo el escalofriante mensaje: “Bienvenido al club del sida”. La leyenda se remonta a 1986 y expresa los temores de quienes se dieron cuenta de que la enfermedad también afecta a los heterosexuales.
Si en un bar o en una discoteca notas un pinchazo, ¡cuidado!, es posible que alguien te haya clavado una jeringuilla infectada con el virus.
Otras versiones mencionaban jeringuillas en los surtidores de gasolina y en los asientos de los cines. Esta última leyenda aún circulaba por Tuenti en 2008.
Muchos creyeron (ya en 2004) que había sangre con sida mezclada con el ketchup de algunos restaurantes de comida rápida. Más sobre comida: semen infectado en la salsa de restaurantes de comida rápida, china, pizza, shawarma, india y tacos. Vamos, todo lo que incluyera una “salsa secreta”. Había variantes con herpes y hepatitis.
Otro bulo culinario: Un niño de 10 años enfermó de sida en 2006 tras comer una piña en la que había caído sangre del vendedor.
La versión más reciente (2011) también es parecida a la actual: un empleado de Pepsi o de la marca de refrescos de mango Frooti habría contaminado las bebidas con sangre infectada con el virus. Frooti incluso se vio obligada a desmentir el rumor en su página de Facebook, invitando a sus clientes a visitar la fábrica de la empresa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario