¿Quieres ser el jefe? Debes pagar el precio.
El precio es la disciplina. Ningún líder puede alcanzar el éxito sin determinado grado de dedicación. Una persona disciplinada es capaz de renunciar al placer momentáneo para alcanzar sus metas de largo plazo. Como es lógico, para ser disciplinado hay que tener hábitos que se practiquen diariamente. Solo las personas constantes pueden transformar sus vidas.
Los hábitos pueden cambiar la dirección de nuestras vidas. Ciertas personas tienen costumbres dolorosas (como ser chismosas), al paso que otras tienen actitudes poderosas (como admira a los demás). No importa quién seas o de dónde vengas, tus hábitos pueden edificarte o bien destruirte. ¿Cuáles son tus hábitos y hacia dónde te están llevando?
Las personas me preguntan todo el tiempo cuáles son mis hábitos diarios, a qué hora me despierto, qué hago por las mañanas. Estas preguntas me hacen reír porque son los mismos cuestionamientos que yo me hacía al comenzar mi camino al éxito.
Aquí van 10 hábitos diarios que te harán millonario:
1. Estudiar
Primero que nada, no debes pasar un solo día sin aprender algo nuevo. El aprendizaje puede llegar de muchas maneras. Estudia un mínimo de 3 horas al día. Esto incluye ciertas prácticas como leer el diccionario, nuevos libros, ver vídeos, charlar con personas exitosas, escribir, etcétera.
De todas y cada una estas actividades, leer es la más esencial. Día tras día, sin falla, trata de asimilar tantas ideas como sean posibles. Deja tu celular en otra habitación mientras lees libros, puedes darte el lujo de no cenar, pero no de no aprender.
2. Fijar metas
Día tras día debes plantearte objetivos. Siempre escribe lo que quieres conseguir cada día, mes año y década. Este proceso te lleva a pensar en grande y a superar los problemas pequeños de la vida.
Digamos que tu meta es tener una vida de lujo en los próximos 10 años. Si deseas lograr esta meta, debes catalogar las ideas que te pueden ayudar a conseguirla. Por servirnos de un ejemplo, tu listado puede incluir tener una casa de 10 habitaciones, un jet privado, un Rolls-Royce, etc..
3. Planeación
Puedes fijarte miles y miles de metas, pero necesitas una estrategia para alcanzarla. Primero, debes descomponer esos 10 años en años, meses, semanas y días. Una vez que hayas “desarmado” tus objetivos en partes más pequeñas, deberás de idear los pasos y acciones reales que debes tomar para lograr estos resultados.
Por mencionar un ejemplo, Carlos quería ser un conferencista profesional. Sin embargo, no sabía cómo planearlo. Por ejemplo, debia plantearse como meta dar 120 charlas por año, 10 al mes. Una vez que hizo esta descomposición, se dio cuenta de que sus metas eran más realistas.
4. Hacer networking
En este milenio tenemos miles de formas de estar conectados. Para hacer contactos efectivos, necesitas ser un productor, no un consumidor. Eso significa hacer networking de manera violenta, no pasiva. No aguardes a que te lleguen correos o llamadas, mejor haz el esfuerzo de contactar a los demás.
Usa la “Regla de 10”, realiza 10 llamadas y envía 10 correos al día
5. Llevar un diario
Todos necesitamos instantes para meditar. Para poder ordenar tus ideas efectivamente, necesitas llevar un diario. Esto te ayudará a pensar y hacer preguntas serias sobre tu vida. Además, serás capaz de llevar control de tus historias, personas que conozcas, ideas, gracietas, lecciones, citas, éxitos, fracasos y más.
Día a día, escribe un mínimo de 4 páginas en tu diario. Te ayudaran a meditar tus más grandes éxitos, obstáculos y oportunidades. Cuando leas tu diario, comprendes mejor de qué forma ha sido tu camino. Por cierto, nunca está demás dejar notas para las futuras generaciones.
6. Hacer ejercicio
Para ser exitoso en la vida, tu cuerpo ha de ser capaz de funcionar en su mejor nivel. Tu mente siempre y en toda circunstancia pide cosas inesperadas y debes estar preparado para cumplirlas. La mejor manera de preparar tu cuerpo es ejercitándolo, aun cuando sea un inconveniente. Cuando tu cuerpo esté listo para las oportunidades, serás capaz de navegar los océanos del éxito.
Imagina sentir el sudor que viene después de un buen ejercicio. Es una gran sensación, ¿cierto? Así que ¿por qué debatir si debes o no ponerte en movimiento? Desarrolla el hábito de hacer ejercicio entre 3 y 5 veces a la semana, por lo menos por una hora. No solo vas a aumentar tu resistencia, también le sacarás más provecho a tus días.
7. Relájate
Solo las personas realmente poderosas saben de qué forma descansar. Esos son los instantes donde fotralecen su poder. Muchas personas están tan tensas siempre que se “queman”. Cuando te agobias, pierdes concentración y control. Una persona que no sabe de qué forma relajarse, pierde el tiempo que pudo haber aprovechado.
Debes despejarte de vez en cuando. Busca una rutina saludable que te tranquilice. A veces, cocina una gran cena o bien sal a pasear por tu vecindario. En otras ocasiones escucha música de jazz o platica con un ser querido. Incluso en la mitad de una importante fecha, estas actividades te ayudan a manejar los acontecimientos de la vida. La preocupación es el peor gasto de imaginación que existe.
8. Afirmar
Todos los días charlas contigo mismo. El humano común hace esta práctica 12 mil veces al día. La diferencia entre una persona que triunfa y otra que no, es lo que se afirma a sí mismo. Las cosas que le dices a ti alteran dramáticamente tu vida.
Por citar un citar un ejemplo “Ojalá fuera la mitad de exitoso como esa persona”. Si bien es un pensamiento positivo, deberías desear más que solo la mitad de otro humano.
9. Practicar tus destrezas
Cada día debes trabajar en aumentar tus talentos. Cada uno de nosotros tiene dones innatos que han de ser ejercitados de forma continua. Si no lo utilizas, lo pierdes. La maestría toma años de cultivar, pero si estás dispuesto a ser el mejor en lo que haces, no vas a tener competencia.
10. Formar un sistema de apoyo
Las personas triunfadoras han aprendido a organizar sus relaciones. Esto quiere decir que sus personas más cercanas los nutren mental, espiritual y emocionalmente. Es posible que la gente te vea como un emprendedor solitario, pero la verdad es que todos tus seres queridos están contigo.
Sin embargo, esto no es sencillo. Toma tiempo rodearse de las personas correctas. Más importante, estas relaciones se forjarán de forma natural conforme aprendas más sobre tu trabajo. Eventualmente, ese equipo esmeradamente escogido va a sacar lo mejor de ti y te va a ayudar a superar los grandes obstáculos que encares.
Todos estos hábitos requieren la mayor disciplina del planeta. Debes comunicar tus necesidades a otros a fin de que puedan apoyarte.
El precio es la disciplina. Ningún líder puede alcanzar el éxito sin determinado grado de dedicación. Una persona disciplinada es capaz de renunciar al placer momentáneo para alcanzar sus metas de largo plazo. Como es lógico, para ser disciplinado hay que tener hábitos que se practiquen diariamente. Solo las personas constantes pueden transformar sus vidas.
Los hábitos pueden cambiar la dirección de nuestras vidas. Ciertas personas tienen costumbres dolorosas (como ser chismosas), al paso que otras tienen actitudes poderosas (como admira a los demás). No importa quién seas o de dónde vengas, tus hábitos pueden edificarte o bien destruirte. ¿Cuáles son tus hábitos y hacia dónde te están llevando?
Las personas me preguntan todo el tiempo cuáles son mis hábitos diarios, a qué hora me despierto, qué hago por las mañanas. Estas preguntas me hacen reír porque son los mismos cuestionamientos que yo me hacía al comenzar mi camino al éxito.
Aquí van 10 hábitos diarios que te harán millonario:
1. Estudiar
Primero que nada, no debes pasar un solo día sin aprender algo nuevo. El aprendizaje puede llegar de muchas maneras. Estudia un mínimo de 3 horas al día. Esto incluye ciertas prácticas como leer el diccionario, nuevos libros, ver vídeos, charlar con personas exitosas, escribir, etcétera.
De todas y cada una estas actividades, leer es la más esencial. Día tras día, sin falla, trata de asimilar tantas ideas como sean posibles. Deja tu celular en otra habitación mientras lees libros, puedes darte el lujo de no cenar, pero no de no aprender.
2. Fijar metas
Día tras día debes plantearte objetivos. Siempre escribe lo que quieres conseguir cada día, mes año y década. Este proceso te lleva a pensar en grande y a superar los problemas pequeños de la vida.
Digamos que tu meta es tener una vida de lujo en los próximos 10 años. Si deseas lograr esta meta, debes catalogar las ideas que te pueden ayudar a conseguirla. Por servirnos de un ejemplo, tu listado puede incluir tener una casa de 10 habitaciones, un jet privado, un Rolls-Royce, etc..
3. Planeación
Puedes fijarte miles y miles de metas, pero necesitas una estrategia para alcanzarla. Primero, debes descomponer esos 10 años en años, meses, semanas y días. Una vez que hayas “desarmado” tus objetivos en partes más pequeñas, deberás de idear los pasos y acciones reales que debes tomar para lograr estos resultados.
Por mencionar un ejemplo, Carlos quería ser un conferencista profesional. Sin embargo, no sabía cómo planearlo. Por ejemplo, debia plantearse como meta dar 120 charlas por año, 10 al mes. Una vez que hizo esta descomposición, se dio cuenta de que sus metas eran más realistas.
4. Hacer networking
En este milenio tenemos miles de formas de estar conectados. Para hacer contactos efectivos, necesitas ser un productor, no un consumidor. Eso significa hacer networking de manera violenta, no pasiva. No aguardes a que te lleguen correos o llamadas, mejor haz el esfuerzo de contactar a los demás.
Usa la “Regla de 10”, realiza 10 llamadas y envía 10 correos al día
5. Llevar un diario
Todos necesitamos instantes para meditar. Para poder ordenar tus ideas efectivamente, necesitas llevar un diario. Esto te ayudará a pensar y hacer preguntas serias sobre tu vida. Además, serás capaz de llevar control de tus historias, personas que conozcas, ideas, gracietas, lecciones, citas, éxitos, fracasos y más.
Día a día, escribe un mínimo de 4 páginas en tu diario. Te ayudaran a meditar tus más grandes éxitos, obstáculos y oportunidades. Cuando leas tu diario, comprendes mejor de qué forma ha sido tu camino. Por cierto, nunca está demás dejar notas para las futuras generaciones.
6. Hacer ejercicio
Para ser exitoso en la vida, tu cuerpo ha de ser capaz de funcionar en su mejor nivel. Tu mente siempre y en toda circunstancia pide cosas inesperadas y debes estar preparado para cumplirlas. La mejor manera de preparar tu cuerpo es ejercitándolo, aun cuando sea un inconveniente. Cuando tu cuerpo esté listo para las oportunidades, serás capaz de navegar los océanos del éxito.
Imagina sentir el sudor que viene después de un buen ejercicio. Es una gran sensación, ¿cierto? Así que ¿por qué debatir si debes o no ponerte en movimiento? Desarrolla el hábito de hacer ejercicio entre 3 y 5 veces a la semana, por lo menos por una hora. No solo vas a aumentar tu resistencia, también le sacarás más provecho a tus días.
7. Relájate
Solo las personas realmente poderosas saben de qué forma descansar. Esos son los instantes donde fotralecen su poder. Muchas personas están tan tensas siempre que se “queman”. Cuando te agobias, pierdes concentración y control. Una persona que no sabe de qué forma relajarse, pierde el tiempo que pudo haber aprovechado.
Debes despejarte de vez en cuando. Busca una rutina saludable que te tranquilice. A veces, cocina una gran cena o bien sal a pasear por tu vecindario. En otras ocasiones escucha música de jazz o platica con un ser querido. Incluso en la mitad de una importante fecha, estas actividades te ayudan a manejar los acontecimientos de la vida. La preocupación es el peor gasto de imaginación que existe.
8. Afirmar
Todos los días charlas contigo mismo. El humano común hace esta práctica 12 mil veces al día. La diferencia entre una persona que triunfa y otra que no, es lo que se afirma a sí mismo. Las cosas que le dices a ti alteran dramáticamente tu vida.
Por citar un citar un ejemplo “Ojalá fuera la mitad de exitoso como esa persona”. Si bien es un pensamiento positivo, deberías desear más que solo la mitad de otro humano.
9. Practicar tus destrezas
Cada día debes trabajar en aumentar tus talentos. Cada uno de nosotros tiene dones innatos que han de ser ejercitados de forma continua. Si no lo utilizas, lo pierdes. La maestría toma años de cultivar, pero si estás dispuesto a ser el mejor en lo que haces, no vas a tener competencia.
10. Formar un sistema de apoyo
Las personas triunfadoras han aprendido a organizar sus relaciones. Esto quiere decir que sus personas más cercanas los nutren mental, espiritual y emocionalmente. Es posible que la gente te vea como un emprendedor solitario, pero la verdad es que todos tus seres queridos están contigo.
Sin embargo, esto no es sencillo. Toma tiempo rodearse de las personas correctas. Más importante, estas relaciones se forjarán de forma natural conforme aprendas más sobre tu trabajo. Eventualmente, ese equipo esmeradamente escogido va a sacar lo mejor de ti y te va a ayudar a superar los grandes obstáculos que encares.
Todos estos hábitos requieren la mayor disciplina del planeta. Debes comunicar tus necesidades a otros a fin de que puedan apoyarte.
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